viernes, 2 de septiembre de 2011

2.III

-        Podéis decir que soy pesado o demasiado entusiasta, lo que os de la gana, pero he distribuido los grupos para los camarotes por orden de lista.
Estas palabras dichas por Jack provocaron un pequeño revuelo en el grupo.
-        Pero tranquilos- interrumpió-, os he dividido en hombres y mujeres, para que no haya problemas.
-        ¿No somos un poco mayorcitos ya para estas cosas?- dijo Hellen con una sonrisa burlona estampada en la cara.
-        ¿Qué más os da? Os ha salido un viaje prácticamente gratis, dejad que me divierta un poco ¿no?- se rió mientras se sacaba un pequeño cuaderno del bolsillo-. Y os tengo que pedir que os vayáis agrupando conforme os nombre, porque de lo contrario, al entrar al barco los tripulantes se harán un buen lío intentando distribuirnos. De todas formas- añadió, viendo la mala cara que ponían algunos-, si tenéis algún problema con vuestro compañero me lo decís y lo cambiamos. ¿Alguna pregunta?
-        ¿Podemos negarnos?- murmuró un chico de pelo rizado.
-        ¡Siempre podéis quedaros en tierra! Bueno, atentos- dijo mirando su pequeña libreta-: En cuanto al grupo de los chicos: Matt Amstrong y Nicholas Andersson, camarote 14104; Peter Halls y Will Jackson, 14105, y en el camarote triple 14107: Chris Sanders, Luke Parker y Joseph Wood.
>> Respecto a las chicas: Rose Alexander y Prudence Brooks en la 14106; Zoe Burns y Abie Foster 14108; Alice Gray y Naomine James 14109; Ruth y Beth Kelly en la 14110, y en la 14111: Helen Lives y Victoria Mitchell.  Y por último: Jane Wright y Seth Green se alojarán en el 20014 y Aeryn y Yo 20027- El grupo empezó a agruparse, buscando a sus respectivas parejas, mientras Jack, que había guardado la libretita y cogido la mano de su novia decía-: Durante la cena os daré un planito a cada uno con la información del crucero, ya que yo, por lo menos, no pienso asistir a la charla que dará el capitán esta noche en el teatro. Vosotros haced lo que queráis hasta entonces, aunque yo os recomiendo que os lo toméis con calma: deshaced la maleta, daos una ducha y descansad ¡porque no pisaréis la cama hasta que amanezca!

Y después de esas alentadoras palabras estuvieron más de una hora esperando a que abrieran las puertas del crucero, aunque no se les hizo demasiado larga. Estuvieron recordando anécdotas del instituto, haciendo bromas y resucitando motes y piques que creían ya olvidados. Nicholas aún se preguntaba cómo había podido desear en algún momento acabar el instituto. 

La tarde pasó increíblemente rápida.

Entraron al crucero casi babeando, maravillados por el lujo que les rodeaba. Ninguno de ellos se había imaginado nunca que acabaría estando en un lugar como ese sin que antes les tocara la lotería.
El hall donde aparecieron nada más entrar estaba inspirado en una ciudad antigua Italiana (o eso les explicó Jack). Era una habitación enorme, de cuatro pisos de altura y de un techo de un cristal transparente que te permitía ver el cielo. La planta baja estaba repleta de restaurantes y tiendas y las tres superiores estaban llenas de ventanas a través de las cuales se veían unas cortinas de color rojo oscuro.
Mientras Jack alardeaba de la decoración sin callarse ni siquiera para respirar, a Nicholas se le antojó que aquel lugar era una versión moderna de la Galleria Umberto, en Nápoles.
Llegaron a sus respectivas habitaciones (¡camarotes! les había corregido Jack), donde ya se encontraban sus equipajes y él y Matt estuvieron hablando y aprovechándose del generoso minibar del que disponían en su habitación casi sin percatarse de cuando el barco empezaba a alejarse de la costa y hasta que los altavoces anunciaron que el capitán empezaría su discurso de bienvenida.
Se ducharon, se cambiaron y se fueron a buscar el restaurante que, al verlo, casi les tira de espaldas; de tres plantas, sospechosamente parecido al del Titanic, de escaleras se mármol y suelo enmoquetado estaba repleto de gente. Tardaron bastante en encontrarse con los demás, pero Hellen les atacó por detrás para asustarles y de paso decirles que se encontraban en la última planta, en dos larguísimas mesas cerca de los ventanales, desde los que se veía como se iban alejando las luces de la, ya casi imperceptible, costa.

Pero nadie imaginaba que muchos de los allí presentes nunca volverían a pisar tierra firme.

4 comentarios:

Aeryn05 dijo...

a medias xDD muertes hay, eso te lo digo ya xD

bloodspawn dijo...

interesante esta la historia, va a tomar el rumbo rollo poseidon o en plan agatha cristie con una serie de asesinatos?

pd: lo e puesto de nuevo ya que queria indicar si seguia 1 de los 2 caminos, pero parece ser k ira un poco por los 2 xd

Ashdust dijo...

pueesss... por ñlos dos y por ninguno!! jajaja
tia! Me ha encantado!! Esta super bie escrito!! Y la ultima frase.... MATA.

Eri ✦ dijo...

Cuando has dicho lo de parecido al Titanic... me he imaginado a Nicholas en proa gritando: "Soy el rey del mundo" xDDDDDDDDDDDD

Me muero de ganas por saber lo que pasará ^^ Sobre todo con esa frase final jojojo